La acuarela y el gouache tienen muchas cosas en común pero también tienen sus diferencias, y las voy a enumerar a continuación.

La composición tanto de la acuarela como del gouache son bastante similares. Las dos utilizan goma arábiga, pigmentos y otros aditivos.

La diferencia está en que la acuarela el pigmento es  muy fino, pero para elaborar el gouache se utiliza un pigmento con partículas de mayor tamaño. Otra diferencia es que el gouache se reactiva sin dificultad con agua incluso cuando ya se ha secado del todo, con lo que eso significa que humedeciéndola se puede continuar pintando.

Otra diferencia es su opacidad. El gouache es totalmente opaco que cubre al completo la superficie de aplicación, mientras que la acuarela es mucho más transparente por lo que cuando se aplica sobre el papel no lo cubre del todo y se puede ver su superficie a través del color.

La forma de aplicar  en la acuarela consiste en superponer capas transparentes una sobre otra. El conseguir colores más intensos u opacos es cuestión de aplicar más o menos capas. En cambio con el gouache para conseguir el tono que se desea solamente es necesario aplicar una capa cubriendo la superficie de papel. Este es el motivo por el que con la acuarela se trabaja de claro a oscuro y los colores se pueden mezclar poniendo una sobre otra distintas capas.

El acabado final en el gouache resulta menos vivo o intenso que con la acuarela, no perdiendo en ésta ni intensidad ni contraste durante el secado. Con la acuarela se puede alcanzar un acabado con buenos degradados, un final suave y sin dejar marcas de pincel. Con el gouache esto es bastante más difícil de conseguir quedando siempre alguna marca de pincel.